En los primeros días del mes de julio de 1851, el detective William Monk sufre un terrible accidente de tránsito: el cabriolé que lo transporta pierde el rumbo y su caída le produce graves heridas en la cabeza. Tres semanas después, William Monk despierta de su letargo en la cama de un hospital; fisicamente parece que se ha recuperado pero su cabeza está en blanco: no recuerda nada de su pasado; no sabe quién es, ni dónde está, ni puede reconocer su propio rostro reflejado en el espejo. Pronto descubre que ha trabajado toda su vida como detective de la policía y se incorpora al trabajo ocultando su condición de amnésico, para evitar que lo internen en algún asilo de alienados.
Pero mientras tantea cómo hacer el trabajo de un detective de la policía, su jefe, el comisario Runcorn, que lo tiene entre ceja y ceja por su denodada ambición, le asigna un intrincado caso criminal -sin pistas, ni motivos, ni sospechosos- que tiene a mal traer a las altas esferas de la aristocracia victoriana ya que la víctima es uno de ellos: el joven, apuesto y simpático Joscelyn Grey, hijo menor del extinto Lord Shelbourne, un héroe de la guerra de Crimea que sobrevivió a las cruentas batallas de la contienda bélica en tierras lejanas y murió asesinado a golpes al regresar a su patria, en la misma casa donde residía.
Monk no sabe cómo llevar una investigación adelante. El comisario Runcorn, viciado de viejos rencores hacia el detective, le asigna como ayudante al bonachón e inexperto policía John Evan. Monk y Evan desentrañan juntos los últimos días de Grey para encontrar la pista del asesino. Pero todo es un misterio. Nadie parece tener motivos para asesinar a Grey, a quien todos dicen respetar por haber sido aristócrata y héroe de guerra. Sin embargo, a medida que la intuición de Monk le permite abrirse camino en la investigación, descubrirá que no todo lo que dice la gente de la alta sociedad es verdadero y que la aristocracia prefiere esconder sus miserias a propios y extraños antes que esclarecer un crimen que develará, indeclinablemente, las oscuras motivaciones que lo hicieron posible.
"El rostro de un extraño" es la primera novela protagonizada por el detective amnésico William Monk. En ella descubriremos el por qué de las constantes tensiones entre el Monk previo al accidente (pedante, arrogante y tilingo) y el nuevo Monk (avergonzado de sí y sensible a las desigualdades sociales de la época victoriana).
Aparecen aquí algunos personajes que integrarán las restantes novelas de la serie como la irreverente Lady Callandra (una aristócrata que no sabe -ni quiere- ocupar el lugar de señora sumisa que la sociedad de la época le tiene reservado) y la enfermera Hester Latterly, de quién Monk se sentirá muy atraído, y a la vez repelido, por su arrolladora inteligencia y voluntad de trabajo que no ve en las distinguidas y bellas jóvenes de la aristocracia a la que él quiso pertenecer. Al avanzar la serie de novelas la atracción entre Monk y Hester irá creciendo, pero en esta oportunidad todo es repulsión entre los dos. La primera vez que se ven, Monk le dice a la enfermera Hester : "Usted es arrogante, dominante, tiene muy mal genio y se da muchos aires. Y saca conclusiones carentes de todo fundamento. ¡Oh, Dios, cómo detesto a las mujeres inteligentes!". A lo que Hester replica, sin amilanarse: "A mí, en cambio, me encantan los hombres inteligentes, lo cual significa que de ninguna manera podemos estar a gusto juntos".
La maestría narrativa de Anne Perry logra en "El rostro de un extraño" atrapar al lector desde el primer capítulo, para desentrañar el pasado vergonzante del detective Monk, simpatizar con la nueva persona que intenta ser y descubrir junto a él los métodos para investigar un espeluznante crimen y arribar a su resolución.
Fernando Morelli
Ficha:
Perry, Anne
"El rostro de un extraño" (The face of a stranger)
"El rostro de un extraño" (The face of a stranger)
Barcelona. Zeta bolsillo. 1ra edición. 2da reimpresión. 2006
448 pp.
Traducción de Roser Berdagué
amo todo lo que esta mujer escribe. me encanta monk y su esposa.
ResponderEliminarA mi también me gustan mucho los libros de Monk y Hester. Gracias por leer el blog. ¡Saludos!
EliminarAcabo de descubrir la obra de Anne Perry. No puedo parar de leer! Muy buena.
ResponderEliminar¡Qué bueno, lyzzy! Gracias por leer el blog y dejar tu comentario. ¡Saludos!
ResponderEliminar